Ganaderos y lecheros reflejan un deterioro económico importante cuando se activan eventuales corte de vías. Gobierno asegura que bloqueo en Desaguadero impactó en exportaciones
Santa Cruz, el departamento que produce el 75% de los alimentos que se consumen en el país, es epicentro del 39% de los 86 bloqueos de carreteras en los cinco primeros meses de este año. La condición adversa de la medida radical desgasta la economía del aparato productivo, el transporte pesado y el sector exportador.
Según datos recopilados por la Fundación UNIR Bolivia, de 86 bloqueos viales registrados a escala nacional, Santa Cruz fue el punto central de 34, es decir, del 39% del total registrado hasta mayo de la presente gestión.
Huascar Pacheco, especialista en análisis de conflictos de la Fundación Unir Bolivia, infiere que la obstrucción de carreteras durante el desarrollo de conflictos -protesta y presión social- puede provocar impactos negativos en varios aspectos. Así, en el ámbito económico, citó que las carreteras son importantes vías de transporte para el comercio de bienes y servicios y que cuando se bloquean, se interrumpe el flujo de productos, lo que afecta la economía local y nacional.
“Las empresas pueden enfrentar dificultades para distribuir sus productos, los agricultores pueden perder la oportunidad de vender sus cosechas y los consumidores pueden sufrir escasez de productos básicos”, puntualizó.
Además, afirmó que los bloqueos de carreteras afectan la imagen internacional del país, ya que se percibe como un indicador de inestabilidad y conflictividad social. Esto puede afectar -dijo- las relaciones comerciales, turísticas y diplomáticas con otros países.
Desde la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción (Cadex), dieron cuenta que los bloqueos de caminos han afectado a las exportaciones, implicando sobrecostos logísticos para las empresas que no han podido cumplir con sus programaciones logísticas.
Observaron que los bloqueos no solo se han dado dentro de Bolivia, sino que también en países de tránsito, como es el caso de Perú, donde se dio un bloqueo masivo de carreteras de más de dos meses. En función al lugar donde se realizan,
Cadex estima un sobrecosto de $us 150 por día, por cada camión que se encuentra parado en las carreteras. “Dependiendo de la duración y la ubicación del punto de bloqueo, la incidencia es diferente, dado que puede ir desde sobrecostos a multas a las empresas por incumplimiento de plazos”, indicaron desde la organización.
Por todo ello y la importancia de las exportaciones no tradicionales, que han superado a las exportaciones de hidrocarburos, la Cadex considera imperativo facilitar las exportaciones a través de mecanismos que hagan fluidos los pasos de frontera, trámites de exportación ágiles y en lo posible digitalizados, y prevenir los conflictos que producen bloqueos, para generar, a través de las exportaciones, mayor desarrollo para el país.
En Cochabamba, según el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Luis Laredo, la pérdida económica total por bloqueo alcanza alrededor de Bs 348 millones entre los departamentos de Cochabamba (Bs 118.030) y Santa Cruz (Bs 229.065). Transporte y almacenaje, agropecuario, industria manufacturera, turismo y restauración, comercio interprovincial, minería (incluye concentrados, metálicos y no metálicos) y otros asoman entre los sectores económicos afectados.
Hizo notar que 150.000 productores del sector primario de Cochabamba (avicultores, ganaderos lecheros y porcicultores) resultaron perjudicados, dado que un 72% de los insumos para la alimentación animal provienen de Santa Cruz.
Marcelo Cruz, secretario ejecutivo de la Asociación del Transporte Pesado Internacional Santa Cruz (Asociatrin), indicó que el sector también sufre los efectos en cadena de los bloqueos de carreteras. Dejó entrever que el impedimento de rotación normal de camiones, las multas que pagan por retraso de entrega de carga de exportación en los puertos, la inseguridad vial y la caída del precio del flete desgastó y tiene ‘asfixiada’ la economía de los operadores del sector.
Libertad de tránsito y efectos
Desde el Gobierno, el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, afirmó que cualquier actividad que impida el libre tránsito, en este caso de mercancías bolivianas a los mercados externos, ocasiona cuantiosas pérdidas para la economía nacional.
Por ejemplo, citó que, por la ruta a Desaguadero, cada día de restricción a la circulación vehicular con mercancía boliviana, representa en promedio una pérdida de $us 4,5 millones, con un equivalente mensual de aproximadamente $us 135 millones.
Según Blanco, en 2022, Bolivia exportó en promedio $us 1.138 millones por mes. “Un paro o bloque por 30 días (continuos o discontinuos) representa aproximadamente una pérdida del 12% del valor total exportado mensual”, afirmó, al resaltar que la consecuencia inmediata es la reducción de divisas traduciéndose en menores ingresos para los exportadores y para la economía nacional.
A decir de Blanco, los conflictos sociales en las carreteras, tanto nacionales como internacionales, son perjudiciales para las exportaciones e importaciones, más aún cuando no se tiene acceso directo al mar. Por el lado de las exportaciones, anotó que se deja de percibir divisas traduciéndose en menores ingresos para el sector exportador y para la economía nacional, y por el lado de las importaciones, se restringen las importaciones de combustibles, suministros industriales y bienes de capital, elementos importantes y necesarios para el desarrollo del sector exportador y del sector productivo en general.
El viceministro contextualizó que durante el primer trimestre de 2023, como resultado del cierre de la frontera por Desaguadero -por conflictos políticos en Perú, las exportaciones bolivianas por esta vía de salida alcanzaron un valor de $us 54 millones, con una reducción de $us 284 millones respecto a similar periodo de 2022, cuando reportaron un valor de $us 338 millones. En términos de volumen, las exportaciones bolivianas por dicha vía de salida alcanzaron a 64.992 toneladas con una reducción de 401.884 toneladas respecto a similar periodo de 2022, cuando alcanzaron a 466.876 toneladas.
Sin embargo, aseguró que la apertura gradual de la frontera por Desaguadero permitió mejorar el desempeño de las exportaciones bolivianas en abril de 2023, registrando un valor de $us 988 millones y un superávit comercial de $us 71 millones (luego de ocho meses consecutivos de déficit comercial). Respecto a la salida por Desaguadero, las exportaciones bolivianas alcanzaron un valor $us 92 millones con un incremento de $us 55 millones respecto a marzo de 2023 cuando alcanzaron a $us 37 millones, “mostrando la importancia de la libertad de tránsito para las exportaciones bolivianas, más aún por las condiciones de enclaustramiento marítimo en las que nos encontramos”, subrayó.
Secuelas en lo productivo
En el ámbito productivo, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, dijo que el desarrollo de la actividad agropecuaria ha evolucionado, haciéndose cada vez más continuo, por tanto, cualquier interrupción de la transitabilidad sea en una sola ruta y por un día, tiene efectos negativos en algunas cadenas productivas del sector.
Deduce que la conflictividad provoca incertidumbre para las inversiones y posterga el desarrollo, por tanto, del sector o grupo social de donde vengan los conflictos, igual alteran la actividad económica de forma significativa con resultados negativos inmediatos y también a mediano y largo plazo.
“Para evitar la conflictividad y que sus efectos pasen factura con menores ingresos y desempleo a la población, es imprescindible que los distintos niveles de Gobierno resuelvan los problemas de los sectores y segmentos de la población en base a diálogo y concertación, para evitar que se llegue a interrumpir las cadenas productivas y la actividad económica en general”, puntualizó Farah.
Desde la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), el presidente Adrián Castedo, afirmó que los bloqueos y protestas sociales en las carreteras perjudican el movimiento de animales dentro de Santa Cruz a distintos lugares, tales como: ferias, remates y mataderos. Estima que en un año se movilizan 1,9 millones de cabezas, cifra que, dividida en los días del año, queda en 5.426 cabezas por día en todo el departamento.
Sin precisar cifras, Castedo estimó que las pérdidas de un bloqueo que impida el acceso ‘total’ a la ciudad de Santa Cruz, representa $us 1,6 millones por día, sin contar la no comercialización, paralización del servicio de camiones de transporte de ganado, limitación a asistir a la unidad productiva y pérdidas por no poder exportar. “La cifra es relativa a la cantidad de bloqueos y a la subregión del conflicto”, anotó.
En tanto que desde la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), el presidente Eduardo Cirbián, afirmó que las presiones sociales con bloqueo de carreteras han debilitado la economía productiva de los más de 700 productores -el 70% pequeños- afiliados al sector.
El dirigente detalló que no se cuenta con un registro detallado de pérdidas, pero, por ejemplo, insinuó que cuando se activa un bloqueo en el puente de la Amistad, entre Montero y Portachuelo, además de impedir el paso de 80.000 litros de leche a los acopios de las industrias, implica una pérdida económica, en promedio, de Bs 256.000 por día.
“Además del daño económico se pone en riesgo los empleos formales que genera el sector y se relega inversiones”, dijo Cirbián.