
La situación en San Ignacio de Velasco es más grave de lo que dicen las notas de prensa de distintas entidades del Estado.
EL DEBER se trasladó hasta ese municipio para verificar las denuncias de avasallamientos y desmontes ilegales y, a través de recorridos terrestres y aéreos por sobrevuelo en avioneta, además de visualización por dron, encontró casi una decena de senderos y brechas desmontados, ‘mojoneados’ y asignados con letreros a comunidades a ser conformadas en esos lugares, como Satélite, Monte Grande, Los Cedros, y otras sin nombre. Todas dentro del área protegida (AP) Bajo Paraguá.